terribles,
tienen el sabor de la última.
Y yo, tan cobarde como los poetas,
o los músicos,
me escondo tras ideas ambiguas.
El latido de mi corazón cesa
y la mente
reemplaza con su alboroto esa cadencia.
Es en esa anestesia que te pienso,
me pienso,
y los pienso mucho: la desazón se agranda.
Que chico es el porvenir desde esa óptica
de miedo;
desesperanza de lo sublime y trascendencia de la carne.
No siento, cual estatua, no muto,
y soy
frente a ti, la misma envoltura.
Entonces quiero alas, grandes, negras, y muchas patas,
universales;
poder adherir mi cuerpo a la oscuridad tormentosa.
Trepar velozmente huyendo de la luz,
en cualquier camino
o distancia, aprender a mantener la esperanza, lujurioso misterio.
Y al fín tantos rituales mágicos, revueltos, buscan hablarte,
que me escuches,
y sepas cómo es dentro de mi mundo, tan lleno de indescifrables ausencias.
·mi color favorito es el negro··el futuro es de ellas·
'negro que te quiero negro'
ResponderEliminar'el futuro es de ellas' sin duda
me agradan tus poemas, un saludo
lucha